El sistema económico actual destruye a las personas y a la tierra. Hoy, es el dinero que gobierna nuestra sociedad - no las necesidades de la gente. Dos disfunciones económicas fundamentales, la obligación al trabajo asalariada y la del crecimiento del capital, cooperan en impedirnos a vivir con dignidad - una vida digna.
Los problemas económicos también afectan a la moral y a la espiritualidad. Todos debemos dar nuestra ayuda en cambiar el sistema económico y superar nuestra codicia. Acerca de estos obstáculos, sus terribles y catastróficas consecuencias, y cómo se pueden superar, se trata este Manifiesto para la Necesiconomía.